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GR5 - Vuelta al Lago LemánItinerarios principales

Vuelta al Lago Lemán

De camino a los Balcons du Léman

¿Busca la naturaleza? Recorra a pie el GR5 en el tramo del Tour du Léman que une Francia y Suiza desde la orilla del lago hasta las cumbres de las montañas. A cada paso, los excursionistas experimentados descubrirán paisajes impresionantes entremezclados con la cultura local para vivir una experiencia de senderismo única.

Le Balcon du Léman

Expertos senderistas, sigan el GR5 de la Grande Traversée des Alpes con el tramo del Balcon du Léman. Entre patrimonio y naturaleza, disfrute de las vistas admirando el lago durante la caminata.

Le Tour du Léman

Siga el itinerario de esta Grande Randonnée y embárquese en varios días de marcha alrededor del lago más grande de Europa Occidental. Hay dos rutas desde Ginebra: por la orilla del lago Lemán o por las montañas circundantes. Sea cual sea la ruta que elija, tome el sendero señalizado que cruza la frontera suiza y une ciudades como Lausana y Montreux con el macizo de Voirons.

Desde la orilla hasta las crestas, contemple el Léman de cerca y de lejos, con los Alpes y el Jura al fondo.

Patrimonio

por descubrir en el camino

Enclavada en plena naturaleza virgen, la antigua ciudad mercado de Bonne y su capilla, cargada de historia, son el primer paso en el camino hacia los paisajes salvajes y secretos de los Voirons. Menos accidentado y más boscoso que su vecino el Salève, el macizo de los Voirons es como una cresta verde donde la flora y la fauna campan a sus anchas. Puede tener la suerte de cruzarse con un sapo, discreto habitante de la zona, o divisar las huellas de un sigiloso lince. Aquí, raras orquídeas como el sabot de Vénus o el soberbio œillet añaden un toque de poesía al paisaje.

En la cima de los montes Voirons, entre el espumoso Léman y el imponente macizo del Mont-Blanc, se alza el monasterio de Notre-Dame de la Gloire-Dieu. Fundado en 1967, este santuario mariano invita a meditar en un silencio propicio a la oración. Las monjas practican aquí sus oficios tradicionales, en particular la fabricación de gres, una artesanía realizada con gran esmero y sencillez.

Mientras sigue subiendo hacia la Signal des Voirons, su mirada se pierde en un panorama impresionante: a un lado, el Léman y el Jura, al otro, la majestuosa silueta del Mont-Blanc y las cumbres de los Alpes. Un auténtico balcón colgante.

Y en esta cresta, entre la tierra y el cielo, se alza la capilla gótica de Notre-Dame des Voirons, un remanso de paz y contemplación, donde el tiempo parece detenerse. Aquí, la mirada se ensancha, la mente se eleva, y uno se deja conquistar por la belleza sencilla y grandiosa de las montañas.

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