03 04 2025 Saleve En Fleur Dsc 849203 04 2025 Saleve En Fleur Dsc 8492
©03 04 2025 Saleve En Fleur Dsc 8492|OT Monts du Genevois - Brice Souvansanouk
Leyendas e historias localesHistorias del Salève
Leyendas e historias locales

Historias del Salève

Cuna de la escalada y enclave destacado del vuelo libre, el Salève tiene mucho que contar. Vuelve a los orígenes para descubrir las hazañas deportivas y el patrimonio icónico de estas montañas gracias a las medallas QR Genius Loci.

Un macizo con 1200

vías de escalada

Aunque, seguramente la escalada no se inventara en Salève, tampoco está tan claro… ya que hace 15.000 años los primeros habitantes de la región, los Homo sapiens de los abrigos rocosos del Pas de l’Echelle, ya trepaban por estas montañas.

Sí sabemos con exactitud que la escalada como tal empezó en Salève en 1862 con varios pioneros locales que se propusieron abrir vías en las zonas de Collonges, Étrembières o Bossey. A principios del siglo XX, la creciente popularidad de esta actividad hizo que decenas de escaladores vinieran a las montañas de Salève. Un siglo más tarde, la topoguía publicada por Jean-Marie Boymond en 2023 recopilaba ¡casi 1200 vías de escalada en la zona!

Pese a su altitud moderada (1379 metros), el pico del Salève ocupa un lugar destacado en la historia del alpinismo, estando incluso detrás de la palabra “varappe”, incluida en el diccionario Larousse como un tipo de escalada en 1920, y que originalmente designa el barranco (o couloir para los entendidos) ubicado sobre Collonges. Esta palabra está además muy vinculada a las conquistas del Mont Blanc (1786) y el Everest (1953)… ¡casi nada!

La ascensión del Mont Blanc fue posible gracias a Horace Bénédicte de Saussure, un erudito ginebrino pionero del alpinismo. Fascinado por el “techo de Europa”, ofreció una recompensa al primero que lograra llegar a la cima. Tamaña hazaña será lograda el 8 de agosto de 1786 por el cazador de cristales Jacques Balmat, acompañado por el doctor de Chamonix Michel Paccard. El propio De Saussure subirá el Mont Blanc un año más tarde, acompañado por su ayudante de cámara y 18 guías. En lo que respecta al Everest, fue una expedición suiza, liderada por Raymond Lambert e integrada por alpinistas ginebrinos formados en Salève, la que descubrirá en 1952 la ruta correcta hacia la cima. Lambert y su sherpa Tensing Norgay quedarían a tan solo 200 m de ser los primeros hombres en alcanzar el “techo del mundo”. Un año más tarde, el 29 de mayo de 1953, el mismo Tensing alcanzaría la cima del Everest en compañía del neozelandés Edmund Hillary. Para terminar, recordaremos que fue en Salève donde, en 1897, se creó la primera sociedad de rescate en montaña del mundo.

Vuelo libre, un debut

mundial

En 1910, un grupo de jóvenes aficionados al vuelo en planeador estaba practicando en las estribaciones del Salève. El 3 de septiembre de 1911, tras perfeccionar su artefacto de bambú, cuerdas de piano y lona de lino empapada en parafina, David Deluz despegó de Bossey para realizar un vuelo de unos cien metros.

Aunque el logro fuera modesto, el hecho de volar desde Francia y aterrizar en Troinex, en suelo suizo, convirtió a este joven en el autor del primer vuelo libre internacional de la historia de la aviación. Ausente en el Salève durante un largo periodo, el vuelo libre resurgirá en los años 1970 con la irrupción del ala delta, cuyo pionero local fue el ginebrino Marcel Lachat. Este último abrió una escuela de vuelo en 1974 y se especializó en primeros vuelos. En su palmarés figuran varios octogenarios –la mayor de ellos Andrée de Nottbeck, de 87 años– y el japonés Soichiro Honda, 71 años, presidente y fundador de la marca Honda, que despegó del Salève en 1979 en un ala delta biplaza… ¡para desesperación de sus guardaespaldas!

A finales de la década de 1970, el ala delta fue relegado por el parapente, “inventado” en Mieussy por los saboyanos Jean-Claude Bétemps y Gérard Bosson, socios del ginebrino André Bohn. Más ligero y menos aparatoso, este derivado del paracaídas se convirtió en el rey de las montañas de Salève. Existen actualmente tres lugares de despegue: Crêts, Table d’Orientation y una pequeña zona cerca de la estación de llegada del teleférico. En 1999, Martin Muller voló hasta Meiringen, cerca de Berna (169 km en línea recta). Una hazaña superada en 2023 por otro ginebrino, Hafize Hassan, que completó un vuelo técnicamente excepcional de 142 km (6 horas y 21 minutos) sobre el triángulo formado por el Salève, el lago de Annecy y el monte Billiat, en la región de Chablais. Dicho esto, el vuelo libre en Salève está restringido a diferencia de otros lugares de Alta Saboya, debido a la proximidad del aeropuerto de Ginebra. La altitud máxima permitida para los parapentes y ala deltas es de 1700 m.

Las medallas Genius Loci, una forma de conocer el

patrimonio local

En el Salève, las encontramos en la Torre de Pitons, el Chalet des Convers o la Chartreuse de Pomier. Al escanear el QR con el móvil, estas pequeñas medallas metálicas te cuentan la historia del lugar donde te encuentres. Stéphane y Eglé Cruchon tuvieron la idea de las medallas Genius Loci (“espíritu del lugar”, en latín) mientras daban un paseo por el campo de Fribourg, lamentándose de no poder saber más sobre el patrimonio con el que se topaban en su camino.

Tras asociarse con Julien Suard, un informático afincado en Archamps, tuvieron la idea en 2022 de crear el concepto “Genius Loci”, una medalla física indestructible de acero inoxidable que puede colocarse en lugares de interés y puede escanearse con un móvil para acceder a un espacio digital donde se presenta la historia del lugar gracias a un contenido variado y original. Para probar y desarrollar su invento, los tres amigos se pusieron en contacto con la sociedad de historia regional La Salévienne, ubicada en Saint-Julien-en-Genevois. La reunión fue fructífera y dio lugar a una interesante colaboración para ambas partes. Genius Loci ha donado varias cápsulas del tiempo a La Salévienne, que a su vez ha desarrollado contenidos para varios enclaves patrimoniales de la región.

Tres años y varios premios después (premio del público y medalla de oro en la Exposición Internacional de Invenciones de Ginebra, premio Genilem de 30.000 francos suizos…), el concepto ha demostrado ser un auténtico éxito y las medallas han ido extendiéndose por todo el patrimonio del Salève y el Genevois. Municipios como Carouge, Morges, Cologny y Collonges-sous-Salève también se han puesto en contacto con la start-up para poner en valor su patrimonio a través de estas medallas. “El concepto de Genius Loci es amplio, y también podría resultar interesante en parques naturales, tiendas y cafeterías típicas o casas natales, lo que permitiría dar a conocer fácilmente su historia”, explica Julien Suard, quien señala además que el contenido enlazado a las medallas ya está disponible en varios idiomas.

Un especial agradecimiento

a Dominique Ernst por la investigación y redacción de este artículo.

Conoce otros retazos

DE LA HISTORIA LOCAL