El Salève también tiene su Croisette. Una minúscula estación con una cantidad de luz solar especialmente generosa, un pueblecito acogedor, albergues tradicionales de la región y unas vistas fascinantes del Mont Blanc y el lago Léman.
Ideal para huir de la niebla de la meseta y disfrutar en familia con los niños. Se pueden realizar salidas en raquetas, esqui de fondo...